Restaurante La Zamorana (Gijón). ****

Precio: 160€-200€-250€ (si hablamos de comida a base sólo de marisco)
Qué comimos: como aperitivo de la casa la última vez que fuimos (julio de 2010) nos sacaron un chipirón y un mejillón, ambos preparados y ambos muy ricos (8,5). Como platos hemos probado las gambas (7,5), los percebes (8,5), las ostras (8), unos chipirones afogados (7), las cigalas (8) y las almejas (7,5), destacando siempre los percebes. Las gambas, antológicas la primera vez, no lo fueron tanto la segunda. Y las cigalas, las mejores jamás probadas en nuestra primera visita, perdieron calidad en la segunda, pero la recuperaron en la última. Como platos principales hemos probado el bogabante (8) y la langosta (9), posiblemente de los mejores platos que nunca haya probado. Te la ofrecen sin preparar y en ensalada, ya cortada, con salsa vinagreta y mahonesa, ésta última buenísima.
Qué bebimos: la primera vez nos decantamos por un vino blanco de rueda, muy bueno, pero como soy más de tintos, la segunda vez pedí un Les Terrases, del Priorato, de 2006, muy bueno. En la última visita un Villa de Corullón, del Bierzo, de calidad excelente (eso sí a casi 60€)
Los postres: el helado de queso (8) merece la pena probarlo. Del resto, el arroz con leche es normalito (7) y la tarta de chocolate (7) o de plátano (6) son correctas.
Qué destaca: sin duda la langosta y los percebes. Las cigalas, en mi primera vez, superaron a ambos, pero al no destacar tanto la segunda vez, no puedo incluirlas dentro de las excelencias, muy a mi pesar (hay que tener en cuenta el precio al que te las cobran).
Curiosidades: marisquería por excelencia de Gijón, la calidad del sitio es indiscutible. Garantiza el mejor marisco de la zona (y de los mejores de España), pero eso sí, a un precio en consonancia. El servicio es atentísimo, aunque teniendo en cuenta que las tres veces que hemos ido, hemos salido por encima de los 150€ por persona, imagino que es normal. No he podido valorar una comida de talla menor hasta el momento, ya que siempre hemos aprovechado para celebrar allí algo y como véis en los platos valorados, todos son de un precio desorbitado, allá donde vayas si el sitio es de cierta calidad. La bodega es amplia, especialmente en vinos blancos, incluyendo en ella vinos franceses de calidad. Tras la comida siempre nos han invitado a unos licores, así como a un Pedro Ximenez, otro café o lo que pidas y a unas tejas en el postre. El café es correcto.