Descripción: aunque se trata de uno de los mejores restaurantes para comer cocido de la comunidad de Madrid, al ir en sábado no pudimos disfrutar de él (se sirve lunes, miércoles y viernes). Sin embargo, nos llevamos una grata impresión del local, pese a tener que pagar una barbaridad por ello. Nos sentamos en la primera zona del restaurante, que resulta agradable, aunque supongo que menos bonita que el salón de dentro. No obstante, el sitio es bonito, el servicio atento y muy profesional.
Qué comimos: el restaurante tiene varios detalles de bienvenida que, aunque se presuponen por el precio de la comida, se agradecen igualmente. Así, nos trajeron al principio queso azul para untar (7), un caldo caliente (8), imagino que la sopa de cocido del día anterior, buenísimo, y una pequeña longaniza para cada uno (7). A nuestra cuenta, pedimos como entrantes unas virutas de queso parmesano (7) y paté de la casa (6,5), que trajeron con rebanadas de pan tostado y que estaba peor de lo esperado.
Como platos principales probamos el rabo de toro (6), correcto sin más y muy inferior al de otros locales ya incluidos en esta guía, y el lomo de buey charolés (7), que viene fileteado, acompañado de patatas fritas, bueno, pero no especial, para el precio al que lo cobran.
Qué bebimos: un crianza de Protos, que lógicamente estaba bueno, pero a un precio excesivo (35€, creo)
Los postres: probamos la bomba de chocolate (8) y la tarta de manzana (8), ambos muy buenos.
Qué destaca: por desgracia destaca el precio. Es complicado no pasarse de 60€ por persona, a poco que pidas vino y algún postre (¡que están a 9€!). En mi sincera opinión, este tipo de precios deben pagarse por comida de mayor calidad, es decir, deberían asegurar que pidiendo lo que pidas, te deleites con uno de los mejores platos jamás probados. No es así. No obstante, destaca también el servicio, atentísimo, aunque no volveré por eso, si no para probar su famoso cocido, que ese sí debe destacar.
Precio: 70 € / persona
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